”La forma en que nos comunicamos con otros y con nosotros mismos, determina la calidad de nuestras vidas” (Anthony Robbins)
¿Cuántos conceptos conocéis que lleven el adjetivo Slow?
Slow fashion, slow work, slow food, slow schooling, slow science, slow parenting…
A mí esta terminología no me acaba de convencer pero entiendo que a efectos de comunicación es muy resultona.
El movimiento ‘Slow’ se ha convertido en una filosofía de vida. Surgió en Roma en 1986 a raíz de una revuelta ciudadana para frenar la apertura de un restaurante de comida rápida de McDonald’s en la Plaza de España propulsada por el crítico gastronómico Carlo Petrini. Con el paso de los años las iniciativas ‘slow’ se han extendido a ámbitos muy diversos por todo el mundo.
Este movimiento está relacionado con filosofías y proyectos surgidos durante los últimos años que promueven la desaceleración y un estilo de vida más simple (simplicidad voluntaria) . A todos ellos, los une una ideología basada en una forma de vivir más modesta, pausada y más orientada a la realización personal : mas SER que TENER o ESTAR.
De lo que quiero hablaros en este post, más concretamente, es de lo que se ha acuñado como ‘Slow-Comm’ o ‘Slow Communication’.
Lo que voy a compartir aquí es mi visión sobre el tema así que ya os avanzo que prefiero llamarla Comunicación Consciente o Sostenible.
Podemos definir este tipo de comunicación como aquella en la que priman valores como la veracidad, la transparencia, la escucha, el a largo plazo, la calidad a la cantidad, el contenido elaborado, el uso consciente y responsable de los dispositivos móviles y la tecnología, etc. Ya os estaréis haciendo una idea, supongo, de qué va la cosa.
Hablamos de abordar de forma pausada, reflexiva y sostenible la comunicación sea del tipo que sea (digital, interpersonal, escrita, oral, etc.).
Ya en 2009 John Freeman se posicionó al respecto con su manifiesto So Fast*. Nuestra actual cultura fomenta la rapidez, lo compulsivo, lo efímero, lo superficial…
Para el escritor Hermann Hesse la premura, la necesidad de estar ocupados y de vivir en un estado de productividad compulsiva (hacer en lugar de SER) es el nudo gorgiano de la sociedad hoy día.
Quizás por eso me interesan proyectos como los de ‘The Long Now Foundation’* que surgió en 1996 para fomentar el pensamiento a largo plazo en nuestra sociedad o ‘Fundación Worl Wide Web’* que trabaja para velar porque la WEB sea un espacio neutral, veraz y libre.
Hace poco leí este artículo con el que no podría estar más de acuerdo:
‘’Resulta que ahora eres un pecador de la pradera, un inadaptado, un indigente digital o, algo peor, alguien que se cree un gurú, si no estás interactuando, tuiteando un #TodosSomos… o dándole a la tecla de “me gusta” cada pocos minutos como un moderno perro de Pavlov’’.
Incluso ya existen talleres y libros sobre cómo ‘desengancharse’ de Internet.
En mi opinión, no tardaremos mucho en ir viendo los efectos negativos que el exceso y/o uso inadecuado de la comunicación e Internet tienen sobre la vida de una persona. Ya comienzan a verse desequilibrios psicológicos y conductuales pero presiento que lo más revelador está aún por llegar.
Estos son algunos trastornos psicológicos o de conducta derivados del uso de Internet y las redes sociales:
Síndrome de la llamada imaginaria, Nomofobia, Cibermareo, Depresión del Facebook, Vamping, Dependencia de Internet, Dependencia de videojuegos en línea, Phonobies, Cibercondria, Efecto Google…
Nadie nos preparó para la llegada de Internet y, como toda herramienta, su efecto es positivo o negativo dependiendo de cómo se utilice.
Sin embargo, hay cosas que se pueden comprobar fácilmente. Por ejemplo:
- utilizar Internet, whatsapp y las redes sociales a partir de cierta hora de la tarde-noche puede provocar insomnio (aceleramiento mental).
- entrar en ambientes muy densos en el entorno virtual te carga la mente e incluso te puede producir dolor de cabeza intenso.
- el 70 % de la población de nuestro país ya padece Síndrome Visual Informático por el uso de pantallas (TV, Smartphone, ordenador, tablet…)*
- Ante el uso indiscriminado de imágenes y sonidos (formato audiovisual) la mente tiende a bloquear los receptores químico-nerviosos cuando está saturada lo que provoca alteraciones en el funcionamiento de los sentidos.
¿Y si os dijera que toda información que entra en nuestra mente y que NO es filtrada se convierte en un virus? O que tu mente, dada su dimensión holográfica, materializará en experiencia todo lo que permites que entre en ella SIN filtrar o posicionarte. ¿Me creeríais? A Conscious Life / Ebook: Love
Imaginad la cantidad de datos e información que dejamos entrar en ella cada día a través de todos nuestros sentidos: lo que vemos, escuchamos, leemos, etc.
Se habla de los efectos dañinos de la contaminación acústica y de la contaminación lumínica: es cuestión de tiempo que empecemos a darnos cuenta de los efectos dañinos de la ‘contaminación informativa’.
No hace falta a esperar a que científicos o expertos en la materia demuestren con investigaciones y experimentos cosas que el sentido común y la observación detallada es capaz de mostrar. A mi todo esto que rodea a las redes sociales e Internet me recuerda en cierto modo a la historia del cuento de ‘El Traje nuevo del Emperador’.
Un ejemplo (de entre los variados que se dan) del tipo de efectos que Internet, y la nueva forma de comunicarnos y relacionarnos ha traído consigo, está provocando y de los que las personas no se dan apenas cuenta:
¿Habéis oído hablar de la ‘Burbuja de Filtros’?
Según Eli Pariser, la selección algorítmica que impera en Internet está condicionando lo que leemos y, por tanto, nuestro pensamiento. Ha acuñado el término con el nonbre de ‘filtro burbuja’*.
Anécdota: hace poco vi un vídeo donde un ingeniero de Google explicaba la felicidad en términos de algoritmos* : ¿es el algoritmo el nuevo rey?
Termino con una frase que he utilizado durante años en mis perfiles sociales y que me sirve de brújula a la hora de comunicar:
‘Definir qué entendemos por comunicación es decir en qué tipo de sociedad queremos vivir’ –Mario Kaplún-
Empecemos por preguntarnos :
¿Qué tipo de comunicación estoy fomentando cuando hablo y cuando escribo, tanto on-line como off-line? (Imagina que pensaría Sócrates si nos escuchase a la gran mayoría hoy día basándonos en su Triple Filtro).
Cada vez son más las voces que claman por la necesidad de una comunicación consciente, directa y sincera que desarrollo relaciones humanas positivas y enriquecedoras. Algo que, tal y como se están utilizando las redes sociales e Internet, hasta ahora, no está sucediendo. A pesar de la llegada de Internet y las redes sociales, la comunicación (entendida como capacidad del ser humano para hacerse entender y relacionarse) sigue siendo una de sus grandes asignaturas pendientes, tal y como demuestran la cantidad de conflictos existentes dentro del ámbito familiar, profesional, comunitario o global.
En mi opinión, una de las mayores pérdidas y carencias de la sociedad actual es el arte de conversar y debatir de forma constructiva y enriquecedora.
¿Alguna vez te has planteado cómo es tu vida en base a las conversaciones que mantienes?
¿Son pocas, demasiadas, pobres, enriquecedoras? ¿Te pasas el día hablando problemas, de temas superficiales, de temas personales, de la vida de los demás? ¿Tratas de aportar soluciones, alternativas, optimismo, coherencia a las personas con las que hablas?
“Nunca rompas el silencio si no es para mejorarlo” (Beethoven)
Como dice Álvaro González-Alorda, en una de sus charlas, nos jugamos la vida en las conversaciones que tenemos … y en las que no tenemos. Hay conversaciones que te cambian la vida.
✅ Para concluir esta entrada, comparto un enfoque innovador sobre Internet y Redes Sociales que invita a la reflexión y muestra una forma consciente de relacionarse, tanto presencial como virtualmente.
También recomiendo leer el ebook ‘LOVE Relaciones en el mundo real y virtual’ el cual te permite comprender la naturaleza profunda de las relaciones. En él se muestran todas las posibles variables que modulan, día a día, tu universo personal a la hora de relacionarte.
Espero que tras haber leído mi entrada nazca en ti el interés suficiente para convertir la comunicación en tu mejor recurso y habilidad.
Broche final
* Aquí podéis encontrar los enlaces que he referenciado a lo largo del post o información relevante sobre el tema:
Manifiesto SO FAST
Fundación The Long Now Foundation
Fundación World Wide Web
Serie divulgativa ‘Hazlo Fácil’ de ‘A Concious Life’ (ebook LOVE)
Lectura: ‘Universo Holográfico’ Michael Talbot.
Lectura: ‘El Filtro Burbuja: cómo la web decide que lo que leemos y lo que pensamos’ Eli Pariser.
Noticias falsas : compartir es curar
Documental: ‘Diluvio de Datos’