Los que conocéis este blog sabéis qué temas me interesan y sobre los que escribo. El desarrollo personal y humano es uno de ellos.
También sabréis (lo comparto a menudo en mis entradas) que asisto a unos cursos de desarrollo personal y mejora continua en Valencia impartidos por Método Cronos.
El caso es que, hace unos días, tras asistir a uno de ellos, tuve un sueño.
En el sueño, me decía a mí misma que buscara la etimología de la palabra CONOCER (conocimiento). Me preguntaba qué significaba orgánicamente conocer algo o a alguien, qué implicaba para mi cuerpo, mis sentidos.
He tenido este tipo de sueños en más ocasiones: sueños en los que alguien (o yo misma) me dice que indague sobre algo. Y he de decir que el resultado de ese ‘tirar del hilo’ es siempre muy enriquecedor y deviene en la integración de valiosas ideas que enriquecen mi mente y mi alma. Desde siempre, he invertido tiempo en cultivar mi mundo interior.
Lo primero que hice fue buscar la etimología de las palabras relacionadas: conocer, conocimiento, etc.
CONOCER: Averiguar por el ejercicio de las facultades intelectuales la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas / Experimentar, sentir algo / Entender, advertir, saber, echar de ver a alguien o algo.
CONOCIMIENTO: Deriva del verbo conocer. Acción o resultado de entender completamente.
Conocedor es el sujeto que obra, que conoce / Conocible es algo que se puede conocer / Conocimiento es el resultado de conocer algo.
Mientras las leía, recordé lo que dijo Locke: “Ningún conocimiento humano puede ir más allá de su experiencia”.
Por primera vez, entendí completa y profundamente que quería decir. Solo se conoce verdaderamente aquello que se ha experimentado por uno mismo y, además, de forma consciente. No es lo mismo conocer algo que conocer sobre algo. El conocimiento va ligado a la experiencia vital, al aprendizaje. La vida es una experiencia orgánica.
Locke postulaba que la mente del hombre está vacía, es una pizarra en blanco a la que todo conocimiento le llega por los sentidos y la experiencia. La existencia del ser humano no está determinada y no podemos saberlo todo, pues no tenemos esa capacidad … ni falta que hace. El ser humano tiene la capacidad de encontrar respuestas a las preguntas que se hace (el conocimiento deviene de esas preguntas), capacidad para encontrar solución a los retos que la Vida le plantea. Vivir sin dudas, es posible. Eso sí, para ello, una persona necesita de cierto entrenamiento y nivel de desarrollo personal ya que es necesario que haya resuelto su historia familiar y viva en el presente.
Volviendo al tema que ha dado pie a esta entrada:
¿Qué se necesita, entonces, para conocer verdaderamente a alguien?
Compartir tiempo, dedicarle atención de calidad, escucharle y mirarle sin expectativas, con respeto, dejándole ser. Dejando que lo que es, entre en nosotros (mente y corazón).
El AMOR es CONOCIMIENTO ya que cuanto más conocemos sobre nosotros mismos, sobre la vida y sobre el ser humano mayor es nuestra capacidad y compromiso, para aportar de forma positiva al mundo, en todo momento y lugar. Incluso solo siendo, sin necesidad de hacer.
El conflicto no es entre el bien y el mal, sino entre el conocimiento y la ignorancia (Buda)
Pdta: si te interesa el desarrollo personal y la mejora continua te animo a conocer Método Cronos, seguir sus publicaciones en redes sociales y leer su blog. Dispone de consulta online y presencial en Valencia si te interesa poner remedio a algo que te preocupe. Y sé de lo que hablo: lo conozco desde hace décadas