‘’Yo soy de esos amantes a la antigua, de esos que aún suelen mandar flores, de aquellos que en el pecho aún abrigan, recuerdos de románticos amores’’.
El comienzo habrá despistado a más de uno/a, seguro, pero resulta que est0 va de buenos modales y cortesía.
Empezaré dejando claro que me encantan las buenas maneras. Y las echo mucho de menos, sinceramente. Quizás por eso me gustan tanto la literatura y el cine británico de época. Adoro esos diálogos y conversaciones corteses y educados, esas pequeñas fórmulas de cortesía estipulada para cualquier ocasión.
«Los pequeños actos de cortesía endulzan la vida; los grandes la ennoblecen» (Bovee).
El título pertenece a una canción del cantante Roberto Carlos (para quien no lo sepa) al que escuchaba en mi adolescencia y me vino a la mente mientras escribía sobre el tema.
La letra me recuerda la caballerosidad que se estilaba antaño, a los Dandis y a los caballeros británicos de la época Victoriana descritos en sus novelas por Jane Austen y Emily Brontë (la etiqueta se aplicaba a hombres y mujeres). Pequeños gestos como quitarse el sombrero delante de una mujer me parecen de lo más encantador.
DANDI : Del ingl. dandy.
1. m. Hombre que se distingue por su extremada elegancia y buenos modales
‘’Buenos modales juntan caudales y abren puertas principales’’
A lo que vamos , que me voy. Echad un vistazo a esta imagen:
Es la que a dado pie a la idea de escribir sobre este tema (junto a la noticia que comento más abajo).
La libertad de los años 60-70 ha desembocado poco a poco en cierto ‘libertinaje’ y en una pérdida de valores básicos que, sinceramente, le han restado encanto a la vida en sociedad.
El otro día leía que en un viaje en avión una pareja joven, ni corta ni perezosa y delante de todo el pasaje mantuvo relaciones sexuales. Parece ser que la tripulación poco pudo hacer al respecto pese a las quejas de los pasajeros.
Ciertamente lamentable.
«La cortesía que debe presidir nuestras actuaciones cotidianas se fundamenta principalmente en el respeto y la comprensión hacia todos» Confucio
La postura física (y los gestos) que adopta una persona, en cualquier situación, dice mucho de su educación y sus modales. Asociamos el que una persona ande erguida y lentamente (con cierta majestuosidad) a una buena educación.
Hace poco leíamos en los medios sobre una campaña contra el Hace poco leíamos en los medios sobre una campaña contra el ‘manspreading’.
La cultura y la educación de cada país es distinta y algunos son más proclives a ciertos comportamientos que otros. Países como Japón o Reino Unido son conocidos por sus buenas maneras en público. España parece estar en un punto medio entre los países Europeos.
Hasta tal punto llega la etiqueta en Inglaterra que la obra de John Debrett sobre modales, “A-Z of Modern Manners”, ha guiado durante décadas a las clases altas británicas. Desde cómo se comen los espárragos a cómo cruzar los pasos de cebra, cenas de gala, la corrección política, los estornudos ,…
En la cultura japonesa encontramos el rei, término de origen confuciano que puede traducirse de muchas maneras:
agradecimiento, gratitud, recompensa, cortesía, buenos modales, inclinación, reverencia…La forma es más importante si cabe que el contenido, puesto que la corrección de lo externo garantiza la corrección de lo interno.
El código social japonés se sustenta sobre cuatro conceptos importantísimos:
la cortesía japonesa o culto a la forma (rei),
la armonía social (wa),
la verticalidad en las relaciones (tate shakai) y
la dualidad entre tus deseos verdaderos y lo que muestras al exterior (honne/tatemae)
Pero ojo:
los modales huecos no sirven de nada. No se trata de actuar de forma automatizada con una ristra de respuestas y comportamientos aprendidos.
«»Los buenos modales tienen mucho que ver con las emociones. Para hacerlos sonar como verdad, hay que sentirlos, no sólo exhibirlos» Amy Vanderbilt
No hace falta parecer cursi o sacado de una escena de ‘Orgullo y Prejuicio’:
basta con integrar en nuestro comportamiento normas elementales de urbanidad, de civismo y convivencia que favorezcan la armonía , el entendimiento y la cordialidad. Empezando por ser amables.
Dejo links a una curiosa Prueba Mundial de modales.
Ya me diréis qué os parece
«Difícil es decir cuánto concilia los ánimos humanos la cortesía y la afabilidad al hablar» (Marco Tulio Cicerón)

¡Doy por hecho que esta actitud se hace extensible al comportamiento en Internet!
La persona educada y cultivada, lo es en cualquier lugar y circunstancia, no importa si el entorno es virtual o físico.
Existe todavía una Escuela de Buenas Maneras en Suiza donde mujeres de todo el mundo aprenden comportamiento, artes florales, gestión del personal doméstico, decoración de la mesa y reglas de etiqueta. Se llama Villa Pierrefeu.
Si sería importante el tema que antaño se publicaban Manuales de Urbanidad y Buenas Maneras
Broche de Oro
Este interesante reportaje sobre cortesía japonesa (conocida como Ojigy) va a poner el broche final a esta entrada.